
La comunicación es parte fundamental de nuestro desarrollo como humanos, la capacidad de dar algún mensaje más allá de las palabras es algo propio de los seres vivos. De la misma manera como nosotros le damos un nombre al bebé para llamarlo, el bebé cuenta con otros métodos para llamar nuestra atención.
Nuestro bebé no posee otro mecanismo para indicarnos que siente, sino la sonrisa y el llanto. Su sonrisa es una señal de que se siente bien y disfruta. Nuestra inquietud se genera cuando el bebé llora, ya que es un indicio que algo no está bien, lo que nos impulsa a determinar el motivo del llanto.
El llanto del niño es una señal de que algo le molesta, incomoda, inquieta o le perturba. Además es algo que angustia y preocupa a todas las madres, padres, familiares o responsables de su cuidado por la incertidumbre que se genera.
Por suerte, cuentan con este mecanismo de comunicación para indicarnos cuando algo no está bien. Si tienen hambre lloran, también si están adoloridos, acalorados, aburridos o hasta sin motivo aparente, por lo que es bueno buscar alternativas para intentar identificar su malestar y así calmarlo.
Veamos algunas opciones que te pueden ayudar
- Cargarlo: Es una de las primeras reacciones de toda madre y la primera que te permite descartar o aplicar otras opciones. Nada más anhelado por el bebé que los brazos de mamá, le recuerdan su estancia en el útero materno, luego los de papá. Los abuelos también tienen un lazo indescriptible con sus nietos. El bebé reacciona favorablemente de manera inmediata si eso era lo que necesitaba, pero si el llanto persiste, hay que buscar otras opciones.
- Mecerlo: Cuando lo mueves de manera calmada, pausada y lo arrullas o le dices palabras lindas cerca, generas en tu bebé una sensación de serenidad, que muchas veces lo calma y tranquiliza.
- Darle un paseo: Es una alternativa, les cambia el estado de reposo y los lleva a movimientos que le hacen saber que no está solo. A veces también puede servir como una excusa de papá y mamá para salir, lo cual es completamente válido.
- Masajearlo: Acariciar la barriguita del bebé genera una sensación de tranquilidad que no sólo a él le gusta. Sobarle la pancita suele calmar, y sobre todo cuando le permite expulsar los gases que tiene acumulados. Suele hacerse cargado en tus piernas pero también puedes hacerlo en la cama o en su cunita y utilizar aceite o crema para suavizar el roce de tus manos sobre su pequeño cuerpo. El masaje genera tranquilidad; los bebés reaccionan favorablemente a las caricias, genera una conexión entre madre e hijo especial, pero no es algo exclusivo de mamá, papá también puede colaborar y disfrutar de ese bello momento, que también ayuda a calmarlo.
- Cambiarlo de posición:Nuestro bebé recién nacido no posee la facilidad de movimiento, por lo que es común que se sienta cansado de una sola posición o alguna postura le incomode. Al cambiarlo descartamos que esa sea la causa de su malestar. Con el tiempo él irá adquiriendo la destreza necesaria para moverse y allí no lo podrás parar.
- Bañarlo: Si el calor lo agobia, nada como un buen baño. La ventaja de esto es que lo identificamos con facilidad; el calor le produce sudoración y esto le genera malestar.
- Quitarle la ropita: La ropa de bebé suele ser cómoda y de algodón, sin embargo a veces adquirimos piezas que no son ideales para ellos. Los niños de piernas gorditas suelen sufrir con pantaloncitos o monos no les deja moverse libremente. En otros casos las telas le generan incomodidad por ser ásperas o muy gruesas.
- Abrigarlo: El frío es muy desagradable, lo ideal es que el bebé esté bien abrigado cuando el clima es húmedo o frío, esto evitará enfermedades. Pero además también puedes identificar si tiene frío por la coloración de sus manos, nariz o pies, pues tienden a ponerse moradas. Al abrigarlos deberían calmarse.
- Cambiarle el pañal: La sensación de estar mojado o sucio es desagradable para el bebé y su forma de decirlo es llorando. Es importante estar atento al pañal y cambiarlo una vez esté sucio.
- Arrullarlo: Quien dice que las canciones de mamá no son hermosas. A nuestro bebé le calman, le hacen sentir acompañado y querido por su madre. Esta es la mejor estrategia para calmar su llanto.
- Amamantarlo: Puede ser hambre lo que produzca su llanto, pero cuidado, no te confundas con hambre y ganas de estar a tu lado. Muchas madres creemos que siempre es hambre y no sólo llora por hambre.
- Prender o apagar la luz: Puede no gustarle estar a oscuras cuando está despierto, de repente quiere estar acompañado y ver a su alrededor cuando ya distingue las formas y colores. Por el contrario, hay momentos en el que puede ser que mucha luz le incomode. Es bueno estar atentos a lo que él te manifieste con sus reacciones.
- Darle agua: Mientras el bebé está siendo amamantado, no requiere mayor hidratación que la leche materna, pero cuando se le dan otros alimentos, será necesario mantenerlo hidratado. El agua constituye una gran necesidad para ellos.
Si ninguna de las recomendaciones funciona, entonces puede haber dolor. Hay múltiples causas, oídos, dientes, dermatitis, entre otras. Aunque la mayoría de estas causas están asociadas a otros síntomas. En este caso lo mejor es acudir al médico.
Lo importante es que sepas que los gases no producen llanto; generan malestar o incomodidad, pero no llanto. Cuando el problema es estomacal el llanto puede ser producido por cólicos.
Lo que no debes hacer
1.- Darle calmantes o tranquilizantes, sólo por llorar.
2.- Dejarlo llorar para que no se acostumbre a los brazos.
3.- Ponerte nerviosa, con calma lograrás resolver y dar con la causa del llanto.
4.- Molestarse con el bebé o regañarlo, él está manifestando su situación y es la única forma de comunicarse antes de aprender a hablar.
5.- Moverlo de manera brusca, es muy peligroso, pues le puede ocasionar lesiones.
Aquí te dejo algunas recomendaciones sobre qué hacer cuando tu bebé llora