La paternidad es mucho más fácil cuando se cría a un segundo, tercero o cuarto hijo, ya que para muchos el primer hijo es el que te ayuda a adquirir experiencia. Muchos al momento de ser padres no estamos totalmente preparados para lo que significa cuidar a una persona, inculcarles valores, principios, modales y lograr que ellos conserven lo mejor de todo lo enseñado.
Nadie nace con total sabiduría.
Todos alguna vez hemos tenido nuestra primera vez para todo, así sea para cosas malas o buenas, la verdad es que no existe un libro que te explique o te capacite sicológicamente para lo que significa tener un hijo, es complicado explicar de manera exacta o dar consejos que tienes que saber antes de ser padre. Ver a tu hijo recién nacido el primer día de vida en este mundo, es un espectáculo en el cual tu mente graba cada momento al ver a tu descendencia, un ser tan pequeño y frágil.
¡¿Parece hermoso verdad?! La parte bella de la historia comienza cuando son las 2 de la mañana, estas agotado de la rutina y tu primer e único hijo comienza a llorar, esto es difícil, para aquellos que les gusta dormir, les aconsejo tener paciencia de que algún día ellos crecerán y podrán descansar de nuevo, aunque siempre valdrá la pena, ver sus sonrisas y verlos crecer. Es mágico aunque son complicado estos cambios tan drásticos en tu vida, son un choque tan grande que algunas veces al querer que todo esté perfecto para ellos no tienes tiempo para observarlos detalladamente y conocer sus patrones de conducta.
Todos los niños no son iguales y los padres tampoco, cada uno es especial o tiene su pequeño toque especial que lo distinguen de cualquier otra persona del mundo, eso que hace que marquen la diferencia, muchos padres están tan preocupados en que todo salga bien que olvidan esos pequeños detalles que con el tiempo no podrás apreciarlos de nuevo y es muy frecuente notar que los hijos primogénitos cuando son bebés tienen en cierto modo un poco menos de atención de sus padres, ya que cuando tú no sabes montar bicicleta, pedaleas con cuidado de no caerte y sin ir demasiado rápido, pero cuando ya sabes hacerlo no hay quien te detenga, eso pasa con los hijos. El primer hijo siempre es aquella experiencia cuidadosa y precavida y con el segundo ya conoces los posibles problemas y las posibles soluciones en las situaciones que se puedan presentar.
Es importante que si lees esto, entres en razón dile a tu hijo o hija que lo amas, demuéstrale cariño de igual manera que al nuevo bebé ya que como cualquier ser humano se puede sentir desplazado y celoso por el comportamiento de sus padres, dale participación a él, cuando decidas tener otro hijo háblalo con él, no le preguntes si quiere un hermano o no, eso es un error garrafal, debes hablarles de los beneficios de tener un hermanito para que así ellos se enamoren de la idea de tener con quien jugar y compartir.
Pregúntale a tu hijo que nombre le gustaría para su hermano.
Sentarte con tu hijo a conversar sobre cual nombre le gustaría que tuviera su hermanito, así sea niña o niño, con esto le fomentaras una unión y un sentido de protección hacia el nuevo bebé, esto es bueno para ellos ya que crearás un bonito recuerdo al pensar que el nombre de su compañero de juegos fue elegido por él. Ayúdalo en este proceso, sugiérele nombres si los que él te proporcionan son muy extraños o de dibujos animados, que por lo general sucederá así, de esta manera tú como padre le demuestras a tu hijo que no será desplazado o abandonado si no que al contrario, estarás al pendiente de él y lo seguirás incluyendo en tus decisiones.
Es importante darle la misma atención a ambos, algunas veces no nos damos cuenta que no sucede de esta forma, pero es imperativo ya que con esto le harás entender a el que todos los seres humanos somos iguales y no existe el favoritismo entre tus hijos. Con estos tips contribuirás a que él aprenda a compartir y tenga una personalidad más fuerte y centrada en la sociedad.