
Durante las primeras horas de vida del bebé, se produce de forma natural la expulsión o evacuación de lo que se conoce como meconio, o en otras palabras, todas las sustancias que se encuentran en su intestino. La característica principal de estas heces es su color y textura, ya que pueden ser de color negro o verde y su consistencia es bastante espesa.
En un lapso de 24 horas los bebés suelen expulsar todo el meconio, aunque las heces pueden presentar características similares por varios días. Luego, comienzan las evacuaciones propias de su alimentación, que en la mayoría de los casos está compuesta por leche materna de forma exclusiva. En esos casos, las heces presentan una tonalidad verde clara, y pueden ser bastante frecuentes.
A partir de allí, como mamá debes estar atenta a las evacuaciones de tu pequeño, que aunque no resulta muy común que los bebés en su primer mes de vida sufran de estreñimiento, puede darse el caso. Cada bebé marca su propia frecuencia, aunque existen ciertas características que pueden indicarte si tu bebé está teniendo problemas para expulsar sus heces.
De igual forma, cuando tu bebé comience a ingerir alimentos sólidos varía la frecuencia y aspecto de sus heces, y en cualquier caso, aquí te ayudaremos a que conozcas la información esencial para que sepas cuando tu pequeño puede estar sufriendo de estreñimiento.
Vigila ciertos síntomas en tu bebé que pueden indicar estreñimiento
Si tu pequeño está sufriendo de estreñimiento, existen algunos síntomas en su comportamiento y en sus heces que pueden ayudarte a detectarlo. Entre ellos te podemos mencionar:
- Tu bebé presenta síntomas de dolor abdominal, con los cuales se mueve y retuerce más de lo normal y por varios minutos.
- Debido a la dificultad de evacuar, presenta llanto fuerte y mucha inquietud. Aunque los bebés en sus primeros meses de vida suelen llorar y sufrir un poco al momento de expulsar sus heces, en caso de estreñimiento estos síntomas pueden prolongarse por más tiempo y presentarse con mucha más intensidad.
- Heces de tamaño grande, consistencia más dura o en forma de granos, incluso con presencia de sangre debido a la irritación.
- Evacuaciones menos frecuentes, o ausencia de ellas con la presencia de los síntomas mencionados anteriormente.
- Tu bebé presenta un abdomen duro e inflamado, incluso puede regurgitar mucho más seguido.
- Algunos bebés pueden presentar vómitos y fiebre como síntomas de estreñimiento.
Conoce la apariencia de las heces de tu bebé durante sus primeros meses
Para que estés prevenida, es importante que conozcas qué apariencia y consistencia deben tener las heces de tu bebé durante sus primeros meses, y de acuerdo al tipo de alimentación. Así, en caso de notar variaciones como heces duras o muy firmes, o variaciones de color, podrás tomar medidas al respecto para cuidar a tu pequeño.
Durante sus primeros días y meses de vida, la mayoría de los bebés tienen una alimentación exclusiva de leche materna. Por ello, sus evacuaciones son semilíquida con presencia o no de algunos gránulos pequeños. Su color puede ser algo verdoso o amarillento, y su olor puede ser suave o poco ácido.
En sus primeros días, resulta normal que tu bebé realice una evacuación por cada vez que se alimenta. Luego, pueden presentarse de forma diaria a medida que pasan las semanas, hasta llegar a ocurrir una o dos veces por semana, variando su frecuencia en cada pequeño.
En caso de que tu bebé tenga que ingerir leche de fórmula, es importante que sepas que sus heces van a variar, llegando a tener un olor fuerte y una consistencia más firme, y en una mayor cantidad.
Cuando el bebé da inicio a su consumo de alimentos sólidos, debes estar muy atenta al comportamiento y características de sus evacuaciones, ya que en esta etapa es común la presencia de estreñimiento. Debido a los cambios que sufrirá en su flora intestinal, debes vigilar el color y consistencia de sus heces.
El color de sus heces puede resultar parecido al de los alimentos que está consumiendo, por lo que es variable. Su consistencia será similar a la de los adultos, y su olor más intenso. Su frecuencia también puede cambiar, pero lo primordial es que sus heces sean blandas y que tu pequeño pueda evacuarlas sin problemas.
A medida que tu pequeño crece, su estómago y función intestinal comienzan a madurar y a digerir mejor los alimentos. Cuando ya come alimentos sólidos, jugos y agua, es mucho más fácil controlar los problemas de estreñimiento estando atentas, y realizando los cambios necesarios junto a tu pediatra en su alimentación.
En caso de estreñimiento, no te desesperes, toma en cuenta las siguientes recomendaciones
Si notas que tu bebé durante sus primeros días o semanas presenta estreñimiento, mantén la calma y realiza las siguientes indicaciones que pueden ayudarte a mejorar el problema:
- Si tu bebé se alimenta de leche materna exclusivamente, su estreñimiento suele ceder con el paso de unos días. Vigila el comportamiento de sus evacuaciones, y en caso de que no mejore, no dudes en consultar a tu pediatra.
- Darle a tu pequeño un rico baño con agua caliente puede ayudar a relajarlo, y de esta manera favorecer sus evacuaciones.
- Para los bebés que son alimentados con leche de fórmula, prepara sus biberones con una consistencia no tan espesa, sobre todo si tu bebé está en sus primeras semanas de vida. Recuerda que tu pequeño aún no cuenta con un sistema digestivo e intestinal fuerte, y puede suceder que requiera de un periodo de adaptación a este tipo de alimentos.
- Para estimular el intestino de tu bebé, puedes colocarlo boca arriba y comenzar a flexionar sus piernas hacia su estómago, repitiendo este movimiento varias veces. También, puedes flexionar sus piernas y una vez estén sobre su estómago, realizar movimientos circulares sobre su abdomen.
- Realiza masajes en el estómago de tu bebé, circular y muy suave, de manera de estimular la actividad intestinal.
- Si tu pequeño consume alimentos sólidos, jugos de frutas y agua, consulta con tu pediatra quien te recomendará qué cambios puedes implementar para ayudar a tu pequeño a hacer sus evacuaciones sin dificultad.
- También tu pediatra podrá indicarte si es necesario suministrar a tu pequeño algún tipo de tratamiento para el estreñimiento como laxante, enema o supositorio. El uso de esta alternativa es en aquellos casos en donde el estreñimiento es crítico y puede poner en riesgo a tu bebé.